Octubre 23, 2012
No llores, hija, no es tiempo de llorar por lo que no ves
cumplido aún, es tiempo de alegría porque te he mostrado la tierra que fluye
leche y miel, te he mostrado lo que ha de venir, la tierra que han de heredar…
Por años has creído, has orado, has llorado por ver lo que
tus ojos ven esta noche…como lo ves arriba, constrúyelo abajo,¿ recuerdas?
(hace referencia a un sueño hace años en los que me dio esa frase)…El que lo
mira arriba lo construye abajo…
Tu me preguntas, ¿Me dejarás ver el templo arriba en el
cielo con el Arca en medio? Mira, he aquí que yo hago algo mas que eso…porque
lo estás viendo en el cielo para que lo construyas en la tierra pero debes
fijarte bien en los detalles porque lo que se construye en la tierra es solo
una sombra de lo que hay en el cielo…Los materiales usados en el cielo no son
los mismos que los usados en la tierra, pero representan lo mismo…Los
materiales que vas a usar ahora no son los mismos, fíjate bien, acaso los
materiales del templo eran los mismos que los materiales del Tabernáculo?
Porque se trata de diferentes eras, diferentes etapas del reino. Acaso el
templo no cumplía una función diferente que el tabernáculo? El templo
significaba la seguridad y establecimiento de un reino poderoso que esconde
dentro de si el reino eterno…no es el reino eterno pero esconde dentro de si el
reino eterno… Eso es ahora, una nueva era en el reino en este país.
Porque mira
que has estado diciendo que los montes de esta sociedad han venido a ser de
Cristo y has pagado un precio por alzar tu voz y declararlo…pero yo te digo que
en los próximos días vas a ver gente ascendiendo y gente descendiendo de los montes
que definen esta sociedad. Hay gran movilidad en cada uno de los montes y si
prestas atención te darás cuenta y encontrarás a aquellos a quienes pongo en
eminencia y aquellos a quienes hago descender de su lugar de honor…
Es tiempo
de devolver a mi Iglesia la honra que me describa que me revele ante los ojos
de esta sociedad para que el temor de Dios y la majestad de Dios sean
contempladas desde cada rincón de esta nación sobre la cual he hecho posar mis
ojos y mi corazón.
Así que busca los materiales…prepara la obra, ¿No te he
enviado yo? Mira que sobrenaturalmente vas a ir descubriendo los nuevos
materiales…(personas)…los nuevos profetas, los nuevos maestros y la manera de
conectarlos. Mira que no faltará ni uno solo de ellos, he aquí yo te muestro la
señal en la frente (Ezequiel 8-9) de los escogidos..(en estos momentos comienza
una visión en la que aparece Samuel Antonio, mi sobrino, que crece delante de
mis ojos, crece muy grande y muy fuerte y el Señor lo pone algo así como cabeza
de familia, también aparece Daniel, el pintor y se me hace ver hacia la frente
de ellos.)
Mira que abro las puertas para ellos sobrenaturalmente y entraran y
poseerán su heredad, mira cuidadosamente a Samuel y a Daniel, porque estos me
son instrumentos escogidos sobre los cuales he depositado la unción de
Bezaleel…(Por entendimiento en el espíritu ahora comprendo que la unción de
Bezaleel es distinta, no solo es artística sino también habilidad para diseñar
y puede ser nuevas formas de negocios, tecnología y otras).
¿Creíste que habías visto grandes cosas? Mira que estoy a
punto de humillar a los sabios de este mundo…mira porque es el tiempo de
levantar a mi Iglesia, que he comprado con mi sangre…ahora si brillaré a través
de ella y mi gloria llenará las calles y avenidas de esta ciudad como las aguas
cubren el mar…ahora verás mi gloria desatada en el marketplace…
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