Esta oración de Nehemías es poderosa. Algunas veces creo que
el trabajo que se hace en la obra de Dios es demasiado extenso comparado con
los resultados que nuestros ojos pueden ver. Son muchas las horas de desvelo,
ayunos, oraciones, conversaciones, levantarse de madrugada, pérdida personal,
daño físico y emocional, por mencionar algunos. Cuando ponemos todo el esfuerzo
junto para conectar a alguien con Jesucristo, para consolar a alguien que está
pasando por muchas dificultades, etc, a veces parece ser demasiado.
Cuando iniciamos un proyecto para el reino solo para darnos
cuenta de que alguien nos traiciona, de que hablan a nuestras espaldas, de que
con confían en nosotros…parece demasiado. Y es esa evaluación personal que
hacemos, cuando ponemos en la balanza nuestro esfuerzo vs los resultados
obtenidos, es que nos desanimamos y muchas veces decidimos dejar el ministerio
o disminuir nuestro compromiso.
El peor de los casos es cuando de verdad estamos
comprometidos, hacemos nuestro mejor esfuerzo y al cabo de un tiempo de haber
levantado el proyecto y haberlo encomendado a los líderes que nosotros mismos
desarrollamos, las personas han dejado atrás su pacto con Dios. Este fue el
caso de Nehemías que cuando regresó después de 10 años, la gente ya no seguía a
Dios con todo su corazón y habían faltado a la promesa que habían hecho.
Creo que eso derribaría a cualquier líder. Creo que yo misma
habría desistido de participar con este proyecto, sin embargo, la actitud de
Nehemías es mejor, el decide orar y pedirle a Dios que se acuerde de todo el
esfuerzo y peligro que pasaron y que no permita que la obra se caiga.
Definitivamente esta es una oración que Dios va a responder ya que Él está
detrás de todo movimiento genuino, de manera que cualquier cosa que hayamos
hecho para el reino de Dios, Dios la tiene en cuenta y la valora y si provenía
de El, entonces El la hará permanecer, después de todo es El quien sostiene
todas las cosas con la palabra de SU poder. No importa tanto si las personas
valoran lo que hacemos o no, lo que interesa es que dediquemos nuestro tiempo y
esfuerzos a hacer la labor que Él nos encomienda y no lo que nosotros queremos
hacer. Si hacemos lo que Él nos encomienda, estamos participando en la
maravillosa historia de redención del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario