miércoles, 7 de noviembre de 2012

Gente de Transiciones

Me gustó esta descripción que hizo Alan Hood del profeta Daniel. La verdad es que nosotros también somos gente de transición. Creo que estamos ya en los tiempos de pasar la batuta a la generación que viene, los menores de 20 años quienes serán los que entran a poseer la tierra prometida.

Un dato interesante es que, asi como para entrar a la tierra prometida hubo gente de ambas generaciones (Josué y Caleb), durante la reconstrucción del templo hubo conexión de generaciones ya que los que habían visto la primera casa lloraban mientras que la nueva generación se alegraba.

Podría ser que nosotros seamos gente que conecta a las generaciones y estemos comenzando una etapa de transición. Esto implica que debemos inspirar y entrenar a los que vienen detrás nuestro quienes tomarán de nuestra "profundidad o fundamento" y lo extenderán con las nuevas unciones, llamados y territorios que están llamados a conquistar. Dentro de estos territorios serán los nuevos avances en el área de la genética, ingeniería de tejidos, cibernética, robótica, energías renovables y todo lo nuevo qu eviene y que ya no alcanzaremos a ver quizá.

En ese sentido, nuestro rol es crucial para preparar a una generación que reciba apasionadamente y en santidad al Mesías. Según el estudio de hoy, Daniel preparó a la nueva generación en al menos tres áreas:
1) Explica como recibir la revelación sobre los planes de Dios para las naciones en estos tiempos.
2) La estrategia de Dios para limpiar a Su pueblo por medio de la tribulación y nuestra manera de responder, sin queja ni amargura y menos con orgullo y rebeldía. El trato de Dios para con las naciones que no lo conocen a través de los juicios.
3) La estrategia de Dios para cuidar nuestros corazones para que en medio de tanta maldad y oposición, nuestros corazones se mantengan fieles y apasionados por Dios. Esto principalmente a través de la revelación de lo que estará aconteciendo en estos tiempos y como Dios anticipadamente nos avisa para que estemos preparados.

Ojalá que podamos ser gente de transición que sepa distinguir las temporadas, que podamos entrar en lo nuevo que Dios nos llama cuando nos llama y que a la vez que crecemos en influencia crezcamos en autoridad espiritual que está formada por el carácter humilde, perdonador y fiel.

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